miércoles, septiembre 28, 2005

Anoche casi voy a tu casa.

Y entre gritos y astillas de un vidrio que supo ser un vaso... Un vaso lleno. Entre el caos y la angustia y las malditas lagrimas en las caras de quienes supieron ser creadores, hoy devenidos en destructores y pusilánimes oradores con discursos lisiados, rengos y mancos. Todos nosotros a los gritos y en claras posiciones discursivas, tomadas a lo largo de años de convivencia tortuosa y áspera... No desmereciendo ésto a los largos años de convivencia armoniosa y equilibrada.

Pero toda esta introducción, que intenta ser un contextualizador para mostrar cómo estaba la casa a las 12 de la noche, no es más que una excusa para motivarme a hacer cosas que siempre voy a querer hacer (cosas que probablemente haga) y que, por pocas chances de éxito, no hago.

Y agarré mi documento y me guardé algunos billetitos... Cánto necesito para ir hasta allá?... No me importa. Camino hasta tu puerta. No quiero morirme sin hacerlo, no lo soportaría. Y es cuando estás ahí al borde, es ahí mismo cuando te percatás que no vas a poder lograrlo y entonces nada más tiene importancia. Ya pocas cosas me importan, pero las que me importan realmente me importan. Y verte ahí, cara a cara, con viento y a más de 12 cuadros por segundo... Ahí con tu córnea herida y con cara de "qué carajo hace éste acá?"... Así confundida y desprevenida...
No es mucho, pero es tanto más que suficiente para hacerme sentir vivo, justo cuando estaba todo muerto.

El sur nunca fué tan "hóspito"... Y ahora me quiero dormir... Y me prestás el baño?

sábado, septiembre 24, 2005

Equivalencias.

Hace un tiempo que me percaté de que las equivalencias son muy engañosas. O sea, a nadie le molesta tanto que 1 sea igual a 1, pero qué tal los "casi". Casi es igual a no. Y a eso pocos les llega.
Para ponerlo más claramente:

Juancho: "Ayer iba por el centro, vi en una vidriera un collar de perlas espectacular... Casi te lo compro."

En ese ejemplo, el muy cabroncito de "Juancho" nos hace creer que iba a comprar un collar, cuando en realidad no lo compra en ningún momento. Y así con todos los "casi" que nos tratan de enzoquetar diariamente: "Casi ganamos"; "Casi aprobás"; "Casi se lo digo"... Todas puras patrañas que son iguales a: "No ganaste"; "No aprobaste"; "No se lo dijiste".

Para evitar esos "no-disimulados" me propuse decirlo, aprobar, ganar... Ir de frente con esas cosas y que sea un liso y llano "si" o "no".
A veces suena simplista, algo sumamente bizarro viniendo de mi. Pero, francamente, estoy cansadito de que siempre sea un "si... casi...". "Si casi" es "NO", basta de boludeces.

Y con más equivalencias que no son tales o con más supuestos logros que son fracasos nuestras cosas continúan por un caminito sinuoso. A veces es simple, a veces es complicado. Pero generalmente es complicado "disfrazado" de simple. Es un momento es "sólo buscar un papel" y al instante es "hacer 2 días de trámites". Mucho de esto es por la ignorancia que acarreamos. Y muchas otras veces es por la saturación de información.
Una tarea que podría ser sencilla (digamos lanzarle una piedra a un fierro) se complica muchísimo cuando involucramos muchos factores que poco le hacen a la tarea, más bien son propios de la explicación.
A veces el sólo proponernos explicar algo tan sencillo como la caída de una manzana al piso, lleva a un pobre infeliz, como Newton, a complicarse la existencia con fórmulas y demás... Cosas que después nos complican la vida a nosotros, a nuestros profesores, a nuestros padres e hijos... Todo por una forra manzana!

Una forra manzana equivale a problemas... Lo supo Adán, lo supo Eva... Newton...

martes, septiembre 20, 2005

Yo, a veces, quiero ser otro.

A veces me escandalizo de ser yo mismo. A veces me molesta, y generalmente logro sobreponerme a mis propios antagonismos para ser yo, de nuevo. Aunque tal vez sean esos antagonismos los que me hacen ser yo. Y vuelta al comienzo donde yo no quiero ser yo y donde el resto de la gente me dice que así estoy bien. Aunque yo me percato de que estoy "mejor" siendo como soy. Y es eso lo que me complica.

Parece que las cosas son de la forma en las que las vemos, pero cualquiera que nos vea y nos conozca sabe que somos de otra manera de la que parecemos. Sólo somos un vaivén de pareceres que a los demás les parecen otras cosas y que a nosotros nos cuesta interpretar. Cosas que no son lo que parecen, porque sabemos que lo que parece sólo es eso y lo que "es", muy a pesar de lo que nos parece, "es" en si.

Bueno, resulta que yo soy, mucho más de lo que a veces querría ser. Soy yo mismo. Yo ahí, aquí. Mucho más lejos de ser egocéntrico, pero mucho más cerca de la egolatría... Tan yo como puedo llegar a ser y tanto menos yo de lo que querría. Pero es así que soy, a pesar de lo que quiero. Soy todo lo que tengo... Y a veces me supera, aunque otras veces no me basta.

domingo, septiembre 18, 2005

Cosas que todavía no entiendo.

¿Por qué privarse de mi?

¿Por qué hacerse negar?

¿Para qué mentir?

¿Para qué disimular?

¿Por qué tantas vueltas?

¿A quién le importa?

¿Por qué se complica?

¿Por qué no lo siento?

¿Debería ser así o de otra manera?

¿Algo "debería"?

¿Existe realmente un culpable de algo?

¿Quién dice?

¿Cómo era?

Si tienen algunas respuestas no duden en escribirlas... La verdad es que dudo que me sean satisfactorias, pero bueno, no hay intento que no valga.

jueves, septiembre 15, 2005

La masacre interior.

Y ahora, empuñando el cuchillo me empiezo a masacrar desde adentro, un semitono más grave, una pulgada más adentro, un centímetro más cerca del corazón. Ahí se encuentra la raiz de todas las dificultades humanas, en considerar al centro de uno como centro. Y a ese centro como potencia movilizadora... ¿Nunca nadie se ha preguntado si sentimos con los pies y con la verija? O sea, si sentimos ahí, pero no sentimos con eso. Y yo creo que tengo mis sentimientos más cerca de la verija que del pecho o de mi cerebro.

Todas mis cosas, todas y cada una de mis partes son el puro reflejo de una masacre que se avecina o del campo minado, un ex campo de batalla donde cada centímetro es una historia y cada historia es un dolor y una cicatriz que condensa todo eso que se forja en los intestinos, en la mera tripa.

Bastante es lo que dejamos en nuestras camas, en nuestras habitaciones, en nuestros roperos. Toda la vida en inconsistencias materiales, en despojos de nosotros mismos y de ustedes. La cochambre, lo nauseabundo que podemos ser. Es precisamente eso lo que somos, también las cosas buenas, pero no hay que olvidar las porquerías que acarreamos siempre. Siempre.

sábado, septiembre 10, 2005

Gracias por todo... Por los insultos también.

Oh... Que tormento. Por débil, ansioso, mediocre, común, desconsiderado, intransigente, negligente, necio, paranoico, descentrado, malentretenido, pelotudo, traidor, simplón, mojigato, vago, choto, trucho, mañoso, bruto, boludo... Por ser así es que soy como soy.

miércoles, septiembre 07, 2005

De lo que me queda.

Hacía rato que no se me cruzaban las ganas de escribir... El aburrimiento engendra desazón y así me estoy poniendo con el tiempo. Me convierto lenta pero inevitablemente en algo que no me agrada mucho, que no agrada mucho a nadie, pero no quiero detenerlo, quiero ver que pasa.

Me he convertido en un comentarista renegado entre los blogs que leo... Mucho de esto se lo atribuyo a gente estrecha de mente. Son los mismos nabos que se ponían una flor en el nick del messenger recordando la tragedia de Cromagnon... Esos mismos necios que me tildan de fascista, de desconsiderado y de boludo. No digo que sea o deje de ser cualqueira de las cosas de las que me acusan, pero he sido y voy a ser la persona más coherente que van a conocer. Así con todas mis contradicciones y sinsabores. Así es como ustedes algún día querrían ser. Porque, a pesar de lo que me dicen, de las cosas de las que me culpan y de los cargos que me hacen. A pesar de toda esa nube negra azabache que llevo posada sobre mi cabeza, inclusive con ella, soy el único rayo de sol que nadie va a recibir. La única brisa de inspiración a mejorarse como persona. La única palabra honesta de apoyo que van a recibir es la mía. Y por si no lo saben ahí está escrito.

Eso es lo que me queda y es todo lo que les queda a ustedes de mi. Ojalá aprendan a disfrutarlo.