miércoles, junio 28, 2006

28 de Junio de 2006

Es sencillo. Las cosas son sencillas. Mi vida se ha vuelto sencilla, y milagrosamente no me molesta. Es más, aprecio tu sencillez vida mia. Porque hay tanto por lo que podría preocuparme y no es necesario que lo haga. No es una nueva etapa, no es un cambio interior... No es un salto espiritual... Soy yo, sólo yo. Y es sencillo ser, ser uno mismo. No pretender más de lo que tengo, no querer ser más de lo que soy. No es conformismo, es frugalidad.

Es precisamente esto lo que he estado buscando por mucho tiempo. El tiempo para ser yo. No había necesidad de definirme, de perfilarme de una u otra manera, no había necesidad de complicarme y de complicarte. Porque hoy como ayer, hoy como mañana... Hoy soy siempre yo. No hay necesidad de convencerme de nada más. ¿Convencerme? No necesitan convencerme, con vencerme nunca logré nada y estoy totalmente seguro de que es así. No es negligencia, es finalmente encontrar un punto sobre el cual balancear el peso de modo que se equilibre de alguna manera. La física no es mi fuerte.

Y con esto sólo puedo sentirme complacido y en menor medida halagado con mi vida. Es decir, me has vuelto la espalda tantas veces, te has burlado de mi con tantas ganas, me has apuñalado por la espalda sin titubear y hoy te presentás tan elegantemente sincera y sencilla... Es un momento precioso y no lo voy a olvidar.

sábado, junio 17, 2006

161º

Se miró en el espejo. Se desconoció. Agarró una hojita de afeitar y empezó sin titubeos a cortar. Una y otra vez por sobre las venas de la muñeca.
Cada gota de vida que le chorreaba por entre los dedos y se escapaba por la tubería hacia el infinito abismal de negros, grises y humedad que eran la cloaca. Y él pensaba que si su sangre, su cuerpo, se iban por la cloaca su espíritu, su alma, emigraría hacia el cielo.
Empezó a tener frío y se acordó de su abrazo. Ella que lo había calmado tantas veces, que le había devuelto el calor en esos días gélidos. El abrazo casi maternal que lo convertían en lactante una y mil veces antes de la medianoche.

Y volvió a cortar, esta vez en cruz. No era cuestión de dejar algo librado al azar, tenía que ser esta vez la última. Y se empezó a desvanecer, ya estaba sentado, cabeza contra los azulejos blancos del baño que hacía instantes estaba prístino, inmaculado. Y se sentía fuera de si, lejos del cuerpo, flotando como una nube por encima de lo que dejaría como legado, ese cadáver desaliñado, con su jean favorito y la remera negra talle XL.

Sus pies estaban manchados en la planta por las primeras gotas de sangre que habían golpeado el piso. Y la vida lo abandonaba. Lo abandonaba igual que ella lo había abandonado hacía 2 horas. Las últimas 2 horas de su vida eran las más largas y complicadas. Y recordando esto volvió a cortar. Por lo menos lo intentó. Ya no tenía fuerzas para levantar los brazos, ni para mantenerse erguido. Fue deslizándose lentamente contra la pared hasta quedar acostado en el piso del baño, ese piso que hacía instantes era relucientemente blanco, ahora era un rojo carmín que lo abatía y lo ahogaba.

Con una palidez de sal y una pesantez de plomo se dejó llevar por ese río de sangre que alguna vez fluía dentro de él. Se resignó, cerró los ojos y se dejó morir, pero con una sonrisa grande.
El había muerto 2 horas antes, esto era sólo una formalidad.

miércoles, junio 14, 2006

De todas

Mucho he hablado de lo malo y mediocre que soy, y como tal, puedo decir lo que menos me gustó de ustedes, que tampoco son muy perfectas que digamos, van sin orden y sin aluciones a la persona, aunque todas deberían saber de quién hablo.

- Sos muy ñoña, no aceptás verte despeinada un segundo, sos muy aburrida y no tenés ni un ápice de gracia, tu voz es insoportablemente molesta y, francamente, cogés muy mal y nunca podés hacer nada calladita, siempre tenés que hablar y decir pelotudeces para arruinar todos los momentos.

- Nunca dejaste de hacer las cosas que no te gustaban para hacer algo que te gustara, te amo igual, pero hiciste lo que querías conmigo y ni eso te bastó. Siempre quisiste a otro y me lo dijiste demasiado tarde. Y tus viejos Apestan!

- Estás demasiado desequilibrada, aunque eso me encanta también. Sos muy egoista y tratás a los demás como pelotudos sólo porque vos no entendés lo que dicen. Tu casa no está tan buena porque no hay ni un ventilador, es como un hornito. Las alpargatas son un asco!. Te amo mucho, pero es como que nunca jamás vamos a lograr nada porque somos unos chotos re enfermos.

- Sos muy bonita, sos demasiado hermosa, aunque un poco fría y sin iniciativa, pero siempre me diste lo que quería, y así de la nada te encaprichabas por cualquier cosa, y vos sabés que era por cualquier cosa. No tenía ningún sentido enojarse siempre por todo, porque si!... Y sin embargo te amo toda siempre igual. Aunque eso que acabo de decir (que te amo), inclusive todo este post te va a hacer enojar, como que te conozco.

- No me calentás en lo más mínimo, y lamento haber empezado la charada. Pero no sos sexy, ni divertida ni nada. Sos lisa y llanamente común. Podrías ser inclusive asquerosa y sucia y mala gente y con eso creo que me calentaría más... Pero ni.

- Sos YARCA! No hay nada de qué hablar con vos y si hablamos de algo lo pronunciás mal. Sólo te prestás atención a vos misma y te reís como un caballo de no sé qué carajos.

- Das asco por crota. Te considerás muy "algo" pero no sos ni medio de eso. Ni el Rock, ni la fachada tríste que tenés te van a hacer ser menos asco. Pero por crota nomás.

No se me vayan a ofender! ustedes me han dicho cosas peores! inclusive algunas que no son verdad.