lunes, abril 11, 2005

Paciencia.

Hay que armarse de paciencia y de templanza... Se vienen días árduos... Pero todo lo forjado con espíritu austero y frugal es digno de admiación. Tal vez esperar (y generalmene es así) trae buen rédito...

Las mil y una horas esperando, esperanzado, siempre traen sus recompensas, o sus desiluciones (las menos). Por lo pronto me dispongo a ser fiel espactador de lo que hemos denominado "mi vida", no por mucho esperar voy a morirme sin recompensa. Pero a la vez me encuentro con una situación muy particular (y para eso me perforé el labio), en la que no tengo que esperar nada. Todo es ahora porque de mañana no sabemos nada... Tampoco quiero.

Otra omónima... centelleante, disparadora de feromonas y más cosas, pero tomada del anular por un otro. No me importa, quería saber eso, y eso es lo que logré saber... por suerte tengo más de lo que necesito, incluyendo tiempo y calor. (Mucho calor YUPI!)

¿Orgasmos? Si, por favor. Jhooo, y yo que le daba un mes más al asunto, unos 30 días de approachs... Pero ya está, sangre, sudor y lágrimas de por medio. Pero mierda que valen la pena. Somos dos en la aventura eterna de lo mismo. Un viaje con el mismo paisaje, siempre eternamente cambiante, pero predecible (y apetecible). Muy bien predispuestos y, por demás dispuestos a mantenernos por el carril correcto, pero aminorando la marcha. Siempre es bueno detenerse y mirar, palpar y oler el escenario... El escenario es todo y quiero ser el único en escena... Soy, y me alegra. Somos y me hace felíz.

Es una fiesta en la que vamos a ser pacientes... Toda la alegría para más tarde... Esto de dilatar el placer es una maldita bendición... Estoy maldito o bendito?

Por vos bendito... Gracias por hacerme lo que soy.