lunes, abril 04, 2005

En el ojo de la tormenta.

Parece que las cosas son un ir y venir, y después un devenir, que me mantienen alerta pero conforme. Pero siempre estos cambios de "presión" generan tormentas. Ahora siento que estoy en el centro del tornado, en el ojo de la tormenta, donde estoy tranquilo y todo está calmo, pero no se cuanto más durará. Por el momento me estoy dejando llevar por la tranquilidad, sin dejar de abrazarme a una palmera o dos.

De lo que puedo hablar es, simplemente, de lo claras y tranquilas (pero no por eso menos entretenidas) que se han vuelto las cosas. No dejo de estar pendiente de los pormenores que me puede acarrear e ser "pasivo", por lo que no me voy a quedar sentado y esperando...

Entre todas las cosas que me han estado pasando... Ninguna ha tenido un verdadero peso negativo, de todas he podido sacar alguna lección... A veces me pregunto si todo ésto es sólo para "mecernos el bote" y confundirnos (tanto la sutileza como la violencia)... No me siento ahogado ni a salvo de ahogarme... Estoy en el ojo de la tormenta, todo está calmado, pero veo el desastre que ha hecho y lo malo que puede llegar a hacer en un futuro cercano... Pero eso no la detiene ni me detiene a mi. El choque es inevitable, pero comprometedoramente necesario.

Por fatalista que suene y que resuene ésto, no creo que la colisión deba de ser considerada negativa. Es un momento de crisis, y como siempre, deberíamos aceptar y confrontar, además de superar esas crisis... Que una vez superadas nos dan esa sensación de "Yo puedo con todo"... Así que habrá que esperar el remezón de la próxima nube gris que se me cruce en el camino.

Gracias por acompañarme.