domingo, marzo 20, 2005

Muerte, cambio y contradicción.

La muerte. Gran tema... Nunca se dice suficiente sobre la muerte, simplemente porque se vive (contradictoriamente) desde afuera. La muerte es fria, la vida es una multiplicidad de sensaciones, mociones, luces, colores y demás; Mientras que la muerte es solo silencio, vacío y quietud.

Muchas veces nos encontramos con la muerte de cerca. Su cara es impía, pálida, nos acerca a eso que no podemos conocer sin caer en elucubraciones pseudo trascendentales y dízque místicas. Lo intolerablemente muerto, carente de vida, yermo, nos conflictua de manera sumamente "pacífica" (¿es así?), nos moviliza esa inmovilidad desconcertante, el silencio sordomudo que rodea los cadáveres. No hay miedo ni acción. Las muertes son presentadas, día tras día tras día, por los medios, como algo morboso, truculento o como cosas que rodean las explosiones y los tiroteos. Pero la muerte es totalmente "displacente", no hay verdad, ni valores...

No hay nada después de la muerte.

Esa afirmación mía suele despertar en los demás sensaciones encontradas. Por un lado están los que piensan reencarnar, otros se van al cielo y mandan a algunos al infierno... Poca es la gente que "desearía" que la muerte sea el fin. Pero yo pienso así: La muerte es el final de todo y de todos, por lo menos mi muerte.

El cambio más grande que "podemos" vivir es la muerte, además de irreversible (aunque le pese a Victor Sueiro), es sumamente traumático enfrentarse a la muerte, a "lo muerto". La vida no entiende a la muerte, pero la necesita, la contiene. El día que nacemos es el día en el que empezamos a morir. Pero ésto no es "pesimismo fatalista" o algo por el estilo. Es un punto de vista, una forma de encarar el mundo, nuestro paso por el mismo. La vida es por momentos infinitamente corta y a veces es innecesariamente larga... La muerte es un remedio para algunos, un descanso para otros. Es un final lógico o absurdo, pero también la muerte (ajena) engendra cambios. En las cartas de Tarót, "La Muerte" es sinónimo de cambio.
La ruptura con las cosas, "matarlas", nos devuelve algo y nos quita otro poco, nos revive y nos asesina. Pero nunca es bueno vivir "mortecinamente". El tiempo que consumimos viviendo es demasiado como para maltratarnos, para matarnos de a poquito. La vida es aquí y ahora, y de lo que viene sólo sabemos que nos vamos a morir. Es nuestra única seguridad, pero no por estar seguros de morir nos vamos a privar de vivir. Hay que vivir.

Vive!

1 Comments:

At 12:23 p. m., Blogger verdes impulsos dijo...

para mi, la muerte es com la oscuridad, no es nada, sino la ausencia de vida... la oscuridad es la ausencia de luz.. que a veces puede ser taaan espeza..

 

Publicar un comentario

<< Home