domingo, febrero 13, 2005

Pre San Valentín.

Siempre es una ocasión (el 14 de febrero, día de los enamorados), para replantearse lo que uno piensa del "amor"... Maldito sentimiento, porque nos vuelve tan vulnerables y sensibles... Tan adictivo... Pero a la vez es simplemente hermoso, el amor lo mueve todo (todo).

Sin querer adelantarme a los hechos, predigo un San Valentín por demás cursi, pero bueno. Un día lleno de cosas raras... Cosas que mejor las vivo y luego las cuento.
Volviendo al tema de predecir... Mis predicciónes se basan en hechos pasados. Es un re-ver las cosas y proyectar una imágen posíble de lo que es. El futuro es más bien una retroproyección del pasado... El presente es la lente que divide la realidad entre posible y cierta. Lo cierto es posiblemente verdadero, pero eso está fuera de nuestro entendimiento. Lo posible es ciertamente distinto de lo que jamás llegaremos a percibir totalmente...

Ya me desvié un poco del tema. Retomo.
La certeza de que no se que va a pasar mañana, se ve teñida por una lente color rojo carmín, rojo pasión... Pero translúcido... Me refiero a que no va a ser cegador... Que las cosas se van a teñir de ese color, pero sólo por una predisposición, un prejuicio.

El amor es un sentimiento puro, no se puede explicar, se siente... Y sólo se siente cuando uno déjase hacer sentir... Es un sentimiento de reciprocidad, no hay amor unidireccional. El verdadero amor retorna a nosotros amplificado y clarificado. Más puro y con mejor sabor.

Amen y dejen amar!