viernes, febrero 11, 2005

Detalles...

Cuando uno no sabe bien que pasa es ahí cuando las cosas empiezan a suceder. Tal vez porque uno no le presta la debida atención a los detalles... Me pesa y lo se, no soy una persona que se fije en los detalles... Suele pasarme que quedo como un tonto por no darme cuenta de pequeños detalles.

Lo que yo aprendí (mal aprendí) a hacer, es a no fijarme en los detalles. Soy por demás desprolijo y ansioso, ésta mezcla me lleva a extremos casi insospechados de histeria. Fue hace ya unos cuantos años que decidí no hacerme mala sangre por los detalles. El pequeño detalle es que nadie más pareció percatarse de mis intenciones de "desemprolijar" mis cosas. Acto seguido, todos empezaron a criticar ese aspecto mio. Aspecto tanto interno como externo...

El aspecto es uno de mis aspectos más importantes. No tanto por lo que significa para mi, sino por lo que trato de que represente para los demás. Nunca consigo el efecto esperado, pero bueno, ese es un detalle que he aprendido a aceptar... O a negar...

A veces me pregunto si la resignación es simplemente una negación, porque funcionan de manera similar... Uno acepta totalmente algo... Lo acepta al extremo de no verlo, de no sentirlo... "Es así nomás"... Pero, en realidad no es "así nomás", es mucho mucho más de lo que uno quiere (o puede) aceptar.

Yo y mis detalles, junto con esos detalles ajenos, nos vamos a tomar un descanso...