viernes, diciembre 24, 2004

Mis Fiestas.

No son tales. Nunca son tales. Distan mucho de ser felices y mucho más de ser evocativas y/o necesarias.

Quiero relajarme y olvidarme. Quiero hacer de cuenta que, por un momento, puedo con todo. Pero no puedo. No puedo seguir engañándome. Aborrezco toda esta situación.

No quiero volver a involucrarme con ninguna mujer. Solo me han traido miseria y dolor. Y lo mismo le han dado a tu viejo. No son tan buenas como las pintan las propagandas, ni tan deseables, ni tan reales. No son fieles y mucho menos merecedoras de ningún cariño mio. Pero no puedo dejar de querer... No puedo dejar de amar... Me consume por dentro, me carcome el alma y me estruja el corazón... Me inunda la mente con ideas vanales, triviales. Todo lo que se puede sacar es una tajada de mediocridad y cursilería, mezcladas de tal manera que parecen apetecibles. Pero son indigestas...

Así van a ser mis fiestas... Así fueron.
Hoy, así son.