Ayer y mañana.

Muerde, mordeme. Más arriba, más despacio. Pero tan adormilado, tan dormido... Tan...

Transpira, transpiremos, dame tu piel, con tierra, en el piso. Salado y dulce, en extremo.

Viento, frío, calor, viento, luz, nuestro amigo el fluorescente nos va a acompañar toda la noche con su incansable zumbido.

Y ya es de día, amanece sobre mi, sobre nosotros, uno encima del otro.

Nada de lo que hemos hecho es en vano, aunque siempre lo vamos a poder repensar, y nunca va a ser tan lógico, porque ninguno de los dos quiere lógica.

Y mañana el vendaval... Pero nunca el qué dirán me ha importado tan poco, espero que sea compartido. Es un pacto y una promesa, pero adquiere características de compromiso ineludible entre nosotros, para con nosotros.

Mañana vamos a ver qué es verdad para los demás... Nosotros somos verdad pàra nosotros, eso es todo lo que necesitamos, y es tanto más de lo que esperaba...

Mañana nos comemos y comienza un nuevo episodio...