Jaquecas, mis queridas jaquecas...

Es extraño, es más bien bizarro, cómo un dolor se convierte en un aliado y en un "amigo". No lo comprendo, pero me hace sentir más "único", más "Yo"... Y a la vez me hace sentir una extraña "simpatía empática" con quienes padecen este dolor. Mis hermanos de jaquecas...

Los síntomas son siempre los mismos y la cura es irremplazable (si es postergable, pero irremplazable al fin). Todo comienza con malestar generalizado, haciendo hincapié en un dolor penetrante en el ojo derecho... Al momento de sufrir ese dolor, me invade un sentimiento mezclado de "alegría, regocijo, calentura y miseria"... Raro, los 3 primeros me gustan, es el último el que me desbarata... El dolor se extiende por detrás del ojo, sobre el hemisferio derecho del cerebro, es un dolor cerebral.
A ésto le siguen un montón de cosas raras: mareos, nauseas, me siento destemplado, me siento livianito, afiebrado, empiezo a respirar distinto, más cortado... Nada de ésto modifica mi humor, sea cual sea éste.

La cura a tan entrañable tortura es la siguiente: Acostarme en un lugar oscuro, lo más alejado de ruidos molestos y así, en una especie de estado letárgico, espero que la nausea se convierta en vómito. Así, con un simple movimiento del diafrágma, el estómago y el esófago elimino lo que, sospecho, me lleva a estar en tan mal estado...

A veces es el alterar el orden de las comidas, a veces es trasnochar, a veces es un cúmulo de nervios... Pueden ser más cosas... Pero no se... En realidad, también dicen que es somatizar un estado "lujurioso" y convertirlo en dolor cerebral... No se realmente, el factor pseudo escatológico está muy sublimado, así que no creo que sea eso... No creo que haya sido eso nunca...

La verdad es que las jaquecas son una suerte de "hasta aquí podés" y entonces me tengo que frenar y dejar pasar un poco el tiempo... A veces es mejor dejar pasar un poco el tiempo.

Gracias por avisarme cuando no puedo más.