miércoles, enero 05, 2005

Una cosa que probablemente nadie entienda del todo bien...

Yo, a veces siento que nadie me entiende bien. Que no importa cuanta empatía o simpatía me demuestren, no va a ser así que los otros son, o van a ser conmigo.

El camino se transforma en una cosa que no puedo descifrar. Las luces se ven grandes y mis pupilas no hacen ningún bien.
Los piercings me ayudan a ubicarme, a recordar cosas, lo mismo que los tatuajes. Son para acordarme que en un momento "x" me sentí de determinada manera. Las formas, los números, los colores y la piel son para sustentar esta suerte de "ayudamemoria".

El tiempo se ha vuelto un compañero peligroso y un adversario entretenido. Las cosas que pasan no me pasan, se me quedan encima y se convierten en parte mia. Yo quiero que todo se mantenga, aunque sea por un rato, de una forma en la que lo pueda disfrutar. No he podido, en muchos años de vida, disfrutar del tiempo...

Mi corazón se ha convertido en un músculo que bombea sangre... Era mucho más, pero en eso se ha convertido. Mi cerebro tiene prioridad. Mis sentidos me indican que es preferible sentarse y esperar antes que salir buscando... Siempre se me presenta esa dicotomía en mis actos/pensamientos. A veces pienso que tengo que esperar y me mando de cabeza, otras, espero y me convierto en un dormilón...

Todo sucede por algún motivo que todavía no logro descular... Lo que importa, lo que tiene preponderancia, es que sucede y sobre eso no tengo, ni voy a tener control.

Me quiero despreocupar del mundo, pero no puedo... Me quiero volver a encantar con mis desencantos diarios, pero no puedo... Yo puedo, pero no ahora. Ahora me conviene encontrar una forma de desinteresarme... Des-sintonizarme...