miércoles, octubre 04, 2006

La vida de Carlos

Carlos era un tipo al que le iba bien... De esas pocas personas que siempre sonríen y que se sobreponen con una sonrisa a las adversidades que la vida trae aparejada. El momento en el que se dió cuenta de que esa sonrisa le había ganado más enemigos y adversarios fastidiosos y a la vez fastidiados por esa ventana en su cara con 10000 dientes blancos y brillantes, fue entonces cuando comprendió que estaba confundido.
Una mañana de junio se levantó sintiéndose como nunca antes. Se vistió con su saco de hilo blanco, se perfumó con uno de sus perfumes de diseñador y se pegó un tiro. Se sintió mal y no se soportó.

1 Comments:

At 12:14 p. m., Blogger ADCL dijo...

Hummmmmmm los Carlos son un fastidio...

 

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