A mi me encanta esa cicatriz
Aguja, piel, tinta, tinta, piel, aguja. Una y otra vez hasta que estás adentro. Una y otra vez hasta que sos vos y desde ahí siempre vas a ser aguja, tinta y piel. Siempre vas a ser cicatriz que se muestra desafiante por encima de lo que eras antes. Se muestra prepotente y te dice: "Sé que querés más". Y todos sabemos que querés más, porque tinta, aguja y piel son adictivos como pocas cosas en el mundo.
Es así que se van desenvolviendo las cosas, una vez más adentro, una vez más cerca de la propia sangre, todo empieza con un "hola", sigue con un abrazo, con piel, con tinta, con besos, con aguja. Todo se vuelve cicatriz. Y cada cicatriz funciona como una marca, que queda, para hacernos recordar el paso del tiempo, ese instante en el paso del tiempo. Porque vivimos para recordar lo que nos gusta y para aprender de lo que nos disgusta.
Y ahora que sos una testigo privilegiada de ese instante en el paso del tiempo, ahora que sos una persona marcada para siempre, ahora que estoy adentro tuyo... No me vas a decir que no te encanta esa cicatriz.
4 Comments:
Me encanto... (Y el pero de antes, suena tonto)
la cicatriz de llamarse Lisandro
Es buenísimo saber que estás vivo.
Me voy a tatuar acá :D Wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
Me iba a tatuar hoy, peeeero, no hay tiempo... no puedo esperar, estoy como muy ansiosa.
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