sábado, enero 22, 2005

Cuando alguien encuentra a alguien...

De una manera poco predecible, y mucho menos expresable, uno se encuentra con alguien... Desde adentro las cosas se suceden de una manera incontenible, pero muy consciente. Todos nuestros actos nos retrotraen por sobre las partes más dolorosas y gozosas de nuestro tiempo. Y éste (nuestro tiempo) es, a su vez, redimensionado y reinterpretado.

La forma que adquiere el "saber sobre cosas" que uno posee, se manifiesta de un modo u otro, sobre nosotros, pero con nosotros. Se dice luego que ésto es aprender y crecer. Uno no aprende ni crece. Uno crea y envejece. Mientras más viejo, más creador. O por lo menos así debería ser.

La vida se transforma, luego de un tiempo, en una sobre-re-interpretación contínua. Una y otra vez vamos a cambiar el foco, la mirada, los puntos de apoyo y de interés, pero no por eso vamos a "distorsionar" la visión... Simplemente, somos espectadores de distintas porciones del todo. El todo es y va a ser, en todo momento, inmutable e inconmensurable. No es desmesurado, pero no es medible. El todo es la suma de las partes y es, en un plano paralelo (porque no se pueden sobreponer dichos planos) una forma de caleidoscopio, nunca lo mismo, pero siempre los mismos elmentos.

Las cosas que nos pasan nos cambian. Las cosas que nos cambian nos reestructuran. La estructura es siempre frágil, pero flexible. La flexibilidad depende de nuestras ganas de reflexionar. Y reflexionar es una cuestión muy complicada y muchas veces dolorosa. Es un instante eterno en el que todo lo que somos peligra. El todo nuestro (no el "todo realidad") es muy limitado y, más que nada, se comporta como una ameba. Sus límites la contienen, le dan sustento y le sirven para encerrar a su alimento. La ameba es una gran boca que asimila al entorno y lo fagocita.

Cuando uno se encuentra con otro, se tiende a reinterpretarlo, a la vez que el otro nos reinterpreta. Nos fagocitamos el uno al otro y nos convertimos en parte del otro. En alimento y en depredador del otro individuo.

Si, quiero que nos devoremos el uno al otro... Zarpado.... Ñam ñam...