miércoles, noviembre 24, 2004

Lo que digo y lo que es...

Nada en realidad... Nada es lo que digo, y por tanto tampoco es en si.
Si antes me sentía solo, era sólo una sensación pasajera... Ahora se. Nunca he estado tan solo y con tanta gente alrededor, tanta gente que me mantiene vacío. Y eso es todo lo que tengo, un vacío más grande que yo. Y en él caigo y me regocijo, me revuelco en mi propia desdicha... El chiquero interior que todos tenemos.
¿Por qué no puedo estar bien? Me reprochan que mis problemas no son tan graves... Que hay gente (como los que me dicen esto) que tiene problemas mucho más grandes, dañinos y reales. Mi respuesta es que mis problemas son míos y los problemas de los otros son de ellos. No debe emitirse juicio de valores sobre problemas ajenos. Tal vez yo sobredimensiono mis problemas, pero esos son los que me aquejan... Los niñitos de Camboya están muy lejos como para procuparse por ellos...

Lo que digo es que mis cosas son graves, por lo menos en mi universo. Y muy dentro mío tal vez haya algo por lo que valga la pena seguir viviendo... Pero no lo puedo ver. Doy gracias por no tener un arma... Pero eso tampoco tendría mucho sentido... ¿Por qué puta razón no podemos saber el sentido de todo ésto? Y si se lo ponemos nosotros a este sentido, si es totalmente subjetivo, ¿por qué a algunos nos cuesta tanto? Además nadie nos puede decir que es que cosa y como entender el Mundo. Ninguna persona puede hacer eso sin extralimitarse y sobrepasar sus propias capacidades, tanto de empatía como de razonamiento abstracto. Como debe ser que es el mundo de los demás desde los ojos propios. Sin embargo, esto puede sonar contradictorio. ¿Cómo puedo yo decir que esto es así, sin caer en contradicciónes? No puedo. Queda a su criterio si las cosas son de una u otra forma... o de una tercera, cuarta y más, que no se me ocurren...

Lo que es, realmente me tiene sin cuidado. Porque eso está por encima de nosotros, de mi y de vos. La vida es una cosa que no podemos percibir más allá de el accidente. No se puede entender la vida sin sufrir, gozar, querer, amar, vivir...

Quería terminar esto con una sola frase, y que el resto fuera una especie de preámbulo para lo que quiero que se entienda.

La sentencia era la siguiente:

"Todo lo que quiero saber es ¿Por qué?"