sábado, septiembre 18, 2004

Son esas pequeñas cosas...

Son las pequeñas cosas las que hacen que una vida normal y llevadera sea una mierda insoportable...

Me parece que las grandes tragedias le dan una sazón (un poco morbosa) a la vida, y eso hace que uno quiera seguir viviendo. Pero que se te salgan los botones de las camisas, que se te salga un diente, que se pasen los fideos y el colectivo... Que haga calor 3 días seguidos, o que no te puedas bañar. Que la comida esté fea, almuerzo y cena, que en la tele no den nada entretenido, que se te manche algo con té, café o chocolate... Que te salgan las muelas del juicio, que no hagás nada los fines de semana, que tu materia favorita sea matemática. Que tus vecinos sean más prolíficos que vos, que pises mierda, que se te pierda el cepillo de dientes, que te olvidés de sacar la basura y a la mañana los basureros pasen y te dejen el paquete, que se te burlen del peinado, tener mal aliento, que tu CD favorito esté rayado. Que cuando te pongas campera salga el sol y que cuando te la saqués se nuble y corra viento... Que a la mañana temprano cante un gallo a 2 casas de la tuya. Que guardés un alfajor para comerlo más tarde y que se lo coma algún pariente, que sea domingo... Que la moneda que te dieron de vuelto sea falsa, que tus amigos prefieran estar con otro. Que no te den plata y que no te alcance lo que tenés... Que no te guste tu ropa, que a los demás no les guste tu ropa... Etc. Etc. Etc...

Todo eso hace que la vida sea una mierda. No todo eso junto, porque que se dé todo junto implicaría la muerte instantánea, pero que se manifiesten algunas de estas cosas, con suficiente constancia, hacen que uno sea miserable...
La muerte, el holocausto, la guerra, el suicidio, las torturas, la miseria y el hambre y el resto, no se comparan con una vida llena de pequeñas catástrofes personales... O por lo menos a mi no me parece...