domingo, agosto 29, 2004

Yo me creìa...

Yo me creía raro, pero soy más común de lo que esperaba. Me creía débil, pero acá estoy, todavía andando. Yo me sabía inhábil, pero hoy me puedo (para sorpresa del mundo) atar los cordónes. Siempre pude hacer cosas que no creí fuera capáz. Siempre salí airoso de esas circunstancias en las que todo es dudoso, mas, impío el destino se mofa de mi.

Canciones sin música, letras sin sentido ni articulación. Nada parece sustentar este dizque martirio, que es muy llevadero, dicho sea de paso. Nadie es tan estúpido como para segurle la corriente a un loco,¿por qué, entonces nos proponemos hacerlo?

Hoy es "Mingo" y no me siento tan importante como para hacerle frente a mis obligaciones. ¿Quién te manda a meterte? Y es así como todo se sucede en mis días. Hoy me propongo hacer algo, mañana es un peso insoportable, pasado mañana me quiero cortar los horacios.
Existe alguna forma sencilla de evitar asumir responabilidades, por el mero hecho de hacerlo? Es, a mi entender, una simple sucesión de sucésos sin sentido, seguidos uno por otro, por otro y sin fin hasta el final, que dista mucho de estar cerca.

Aunque carezca de un sentido objetivo, el mundo mismo se postula como algo más importante, que solo importa si nos importa... Y a mi me importa, aunque eso no sea lo que importa. ¿Pero qué importa? Realmente no se. Creo que nada importa mucho en realidad, pero todo tiene una importancia innata.

Que sarta de boludeces... Y sin embargo me gusta... ¿A vos te gusta?... La cagada te gusta, mañoso!!