viernes, noviembre 26, 2004

La distancia y la soledad.

Melancolía se refiere a una añoranza por lo lejano... Pero la melancolía se siente, no se puede explicar.

A la distancia uno la puede tomar como algo intangible, mas no por eso inexistente, pero como una suerte de medida... Y puede funcionar como tal. De hecho funciona, y las mediciones en metros, decámetros y kilómetros, pasando por hectómetros, no se comparan con la verdadera distancia, la que se siente por dentro. La que hay entre la cabeza y el corazón, mejor dicho, la conciencia y lo irracional. Esta distancia es demasiado bizarra como para ponerle una unidad.
Y lo que uno siente, casi siempre, puede entenderse a la distancia (en el espacio o en el tiempo) pero "in situ" es bastante imposible de entender, por lo menos para uno.
La distancia se sitúa, generalmente, entre lo uno y lo que uno quiere. Generando de ésta manera una incertidumbre bastante difícil de digerir.

Una de las cosas más inquietantes, que he tenido el desagradable lujo de experimentar, es la "soledad por necesidad". Esta, muchas veces, se logra solamente con la distancia. Pero la distancia a la que me refiero es la distancia interior... Las demás barreras (las espacio-emporales) son de soluciones posibles y generalmente prácticas.
Mas la soledad se tiene que querer para poder conseguirla. Entonces ésto repercute en nuestra cabeza de mil maneras distintas... ¿Cómo puede ser que quieras/necesites estar solo? Esto tampoco se puede expresar con palabras... Simplemente se extiende por dentro nuestro. Y llega a convertirse en una forma de entender el mundo. La necesidad de estar solo requiere alejarse internamente de los demás, del mundo, pero más de uno mismo. Por raro que suene, o por familiar que se escuche y entienda, el alejarse de uno mismo se ve como algo bastante enfermo (y lo es).

Yo hace un tiempo que necesito estar solo... Pero aprendí que uno se tiene que resignar a llevar el bagaje de un mundo interior... Con gente, costumbres, fetiches y mil cosas más que hemos obtenido de afuera...
Ni Robinson Crusoe estaba solo... Y es un manso libro, ¿qué posibilidades tengo yo?